*Gracias a sus padres se fue enamorando cada vez de la tierra y gracias a sus creaciones ganó el Young Chef de S. Pellegrino en 2016
Guadalupe Vázquez
Puebla. Pue.- Daniel Nates, un joven y destacado chef poblano, se define como un artesano, cuyos platillos son parte de la cocina gourmet de autor “Maizal” en el mero Centro Histórico de la capital poblana.
El amor a la gastronomía surgió como una semilla plantada por sus padres, biólogos de profesión, quienes lo instruyeron en su materia en cada viaje que realizaban. Le explicaron el funcionamiento de los ecosistemas y se fue enamorando cada vez de la tierra, a la que no solo quería estudiar, sino también mostrar de una forma artística, que lo llevó a la cocina de su madre.
A los diez años la preparación de molotes para su familia, que venía de visita de la Ciudad de México, fue la luz que le indicó el camino. Frases como “felicitaciones al chef”, le hicieron saber que se quería dedicar a la gastronomía.
Y entonces La Casona de los Sapos puede trasladar a quien pruebe sus platillos a otros estados como Veracruz y Oaxaca.
En la universidad, el “quintamal”, un tamal de quelites con pinole de frijol y chiles verdes, se cocinó como el plato más importante que lo ha acompañado en su carrera, pues lo llevó a ganar el Young Chef de S. Pellegrino en 2016, uno de los concursos más importantes para jóvenes cocineros del mundo y también lo hizo ganar el premio al Mensaje Más Inspirador, por lo que el platillo es la definición de “Maizal” en Milán.
¿Qué es “Maizal”?
“Maizal” es la fusión perfecta del ser humano y la naturaleza y la manera en la que coexisten. Representa a Puebla desde su forma más natural, pues la milpa o el maizal es el ecosistema creado por el ser humano, que tiene tanta lógica en la tierra que mantiene sano al hombre, aunado a los sabores que son la columna vertebral de la cocina mexicana.
Se pensó así debido a que el fósil más antiguo del maíz se encontró en el municipio de Tehuacán rodeado de frijol que le aporta nitrógeno a la tierra y lo ayuda a crecer, la calabaza es una enredadera que lo protege, el chile aporta humedad a la tierra, los quelites absorben las plagas, es decir, una familia feliz que nos brinda el fruto que podemos probar con los mismos ingredientes pero de mil formas distintas dentro de la gastronomía mexicana.
“Maizal” nació en el 2015 y arrancó como un proyecto de cenas “pop up”, las cuales son experiencias efímeras de un día en distintas locaciones de Puebla, como una hacienda en Atlixco, una terraza en Cholula que mire hacia la pirámide o una casa antigua en el Centro Histórico de la ciudad.
A pesar de que al principio quería instalarse en Cholula, se decidió por el corazón de la capital, a unas cuadras de la historia de la gastronomía. Considera a los poblanos como personas creativas, pues gracias a ellos existe el mole, el chile en nogada y diversos platillos nativos.
Y como si el destino estuviera marcado, no había mejor lugar para instalar su proyecto que en el Callejón de los Sapos, pues desde pequeño las plantas y los sabores fueron la guía de vida. “Maizal” se ubica justo donde el agua se elevaba y los sapos saltaban, en la división entre españoles ricos e indígenas pobres o como él lo llama “la frontera” de la ciudad.
